miércoles, 4 de noviembre de 2009

Momentos neoyorquinos

Dia 1 en Nueva York 


Como es lo habitual, viajé en un vuelo por la mañana a Nueva York para poder tomar el metro a casa a buena hora. Debo admitir que ha sido un día de emociones fuertes, encontradas. Por un lado dejar a mi very special person por esos días me cuesta un montón. Por otro lado, la emoción de estar en esta, una de las ciudades que más me gustan, en espera de que llegue el viernes y tenga la entrevista para la presidencia de la WYA.

Tanto en qué pensar.  Sensación de estómago vacío, de aire que entra frío y con respiración entrecortada, hambre, nervios, miedo. Con ganas de gritar y como de llorar –aunque realmente no quiero llorar, sino que tengo esa sensación previa  al llanto, no sé es extraño ya que no es angustia, sino tan sólo el feeling físico. Me siento suertuda, bendecida, en uno de los mejores años de mi vida y con la incertidumbre de lo que viene después de las 3 de la tarde del viernes.

Llegué y caminé Nueva York, sentí la brisa fría sobre el rostro como tanto me gusta: la cara fría y eso sí, bien abrigada por todos lados. Desde antes de aterrizar con ganas de ir al South Ferry rumbo a Staten Island y sentir esa brisa fría en el rostro, mientras miro el mar, la puesta de sol y la isla desde lejos…  Repasé algunas de las calles, boutiques y edificios que más me gustan de esta zona de la isla junto con Paty Garza –una buena amiga que será pronto una gran escritora- a quien por suerte me encontré en el avión. Para variar, tuve un momento neoyorquino justo llegando a casa:  los interns estaban celebrando un cumpleaños  y gracias a la fiesta, tuve una cálida bienvenida acompañada de una rebanada de pastel de chocolate austriaco y una copa de champaña.

Hora de ir a dormir. Sigo pensando en lo mismo, en ti mi niño y en esa entrevista. Sí, estoy mentalizada para ganar, quiero dar mi mejor lucha y dejar todo esto en manos Tuyas que todo lo arreglas y todo lo sabes. A mí me falta mucho para comprender ¿cómo es que puedes Tú seguir siendo tan generoso, darme este año tan maravilloso?, ¡lleno de sorpresas que sólo Tú entiendes!… Perdón, no me quejo, es que mi mente no dimensiona, no digiere tanto a la vez y tontamente me desespero… Creo que debo aprender a disfrutar estos regalos de la vida como vienen, al final eso son, regalos y como tal hay que recibirlos,  cuidarlos y disfrutarlos. Con tantas bendiciones por todos lados y uno haciendo tormentas en pequeños vasos de agua. A vivir la vida!


Creo que por esta vez sí me voy a la cama, porque escribo y borro, no hago más. Sólo cierro poniendo que quiero ganar, pero sin perderte. 


1 comentario:

  1. Yuyis!!!!
    Me encantó tu post :) Q delicia escuchar tu experiencia en NYC! Sé que estás súper feliz y al mismo tiempo nerviosísima! Estás llena de bendiciones y me parece excelente que puedas apreciar esos pequeños detalles y los grandes momentos.

    Te irá muy bien. Estás muy bien mentalizada y darás lo mejor de ti. Te tengo muy bien encomendada Yuyiis!! Te quiero mucho y te deseo todo el éxito del mundo!! Lo mejor todavía viene :)

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