miércoles, 23 de noviembre de 2011

Y para el postre... unos brownies.

Amanecí con tal antojo de chocolate que, al bajar a la alacena y ver que no tenía nadita sul genere, corrí a la lap e hice un pedido al supermercado -en línea (no car available)- para que me trajeran los ingredientes necesarios para hacer unos brownies que rindieran para mi adicción al chocolate por algunos días. Yummi! En fin, como estoy a dieta, intercambié algunos ingredientes para no sentirme taaaaan mal por el pecado.

A fuego lento, agregé media barra de queso crema "light", 1/2 taza de splenda para hornear, 90 gr de cacao, 1/4 taza de taza de harina integral con una cucharadita de royal (no le puse más porque la harina integral tiende a endurecerse más y modifica la consistencia del brownie).

En otro recipiente batí tres huevos con trozos de chocolate oscuro 85% cacao para hornear. Luego agregué la mezcla de chocolate y batí todo. (Si le agregas 250 gramos de chocolate con leche en lugar de los trozos de chocolate obscuro queda más rico obvio, pero para dejarlo más light y cuidar la figura debes sacrificar, jaja). Al gusto, puedes agregar pedacitos de nuez o arándano, nuez de macadamia, ahora sí que lo que más te guste.

Coloqué la mezcla en un recipiente y metí al hornito eléctrico -sí, aún no tengo horno en casa- a 200 grados centígrados durante 40 minutos -tarda más y se hacen diferente en el hornito-.

Voilá, habemus brownies deliciosos.

Si quieres puedes ponerle azucar glass ya que estén secos. Recuerda cortarlos ya que estén bien secos para que no se rompan y peguen. Si los quieres para regalar, puedes hacerlos en charolas para muffins, también quedan fenomenales, sólo recuerda agregar papel siliconado para que no sea taan dificil sacarlos y mantengan la forma linda.

Si quieres bañarlos para que queden jugositos, puedes hacer una salsa de fresa con splenda y una vaina de vainilla.

A la berenjena no le han hecho justicia.

La mayoría de las personas que conozco se quejan de que no importa cómo la hayan probado, siempre les ha parecido desagradable el sabor de las berenenas. En fin, qué puedo decir, a mí me en-can-ta.

Siempre he creído que a las berenjenas no se les hace justicia, así que les paso mi manera de cocinarlas para que la prueben. Estoy segura de que les va a en-can-tar. Debo confesar que le debo el gusto por las berenjenas a mi querida amiga Mayda Rojas que estando con ella en Roma para la pascueta preparó un platillo delicioso con ellas, razón por la cual me fascinaron.

Estos son los pasos en los que preparo las berenjenas a la parmigiana:

Primero hay que hacer la salsa de tomate con la que vamos a combinar la berenjena. Hay miles de combinaciones para la salsa, a mí me gusta así: poner en la sartén con unas tres cucharadas de aceite de oliva dos dientes de ajo, hojas de albahaca y romero. Calentar a fuego lento para sacar el sabor de los condimentos y especias. Luego, para hacerlo práctico, agrega puré de tomate condimentado. Déjalo hervir unos 10 minutos y listo para servir.

Si te gusta más elaborada la cosa: pela los tomates, colócalos en la licuadora con un poco de cebolla y sal, muele la mezcla y listo, se la agregas a la sartén con los condimientos y especias.

Segundo, rebana las berenjenas de manera transversal (a mí así me gusta, bien delgaditas para saltearlas bien), esto quiere decir, a lo largo, no en rodajas. Luego, colócalas en un escurridor y agrega sal, dejándolas reposar de media hora a una hora, para que saquen el sabor amargo. Pienso que este es el paso que se han saltado algunos cocineros al prepararlas, por que justo el comentario que tengo de odio a las berenjenas se refiere al saborsito picante-amargo que tienen cuando no se desjugan. Prueba y verás.

Ya que reposaron (y también reposó la salsa por lo que sabrá mucho mejor), las secas con toallas de papel. Colocas aceite de oliva para cocinar en una sartén, bien caliente vas agregando las berenjenas para que se frían bien y tomen la consistencia deseada. Bien escurridas, las colocamos en un refractario de la siguiente manera:

Agregas un poco de aceite y lo esparces bien para que no se peguen. Despues pones una capa de la salsa de tomate, luego una capa de berenjenas, para luego poner encima queso (usa tu preferido, gouda, mozzarella, parmesano, queso fresco o requesón con menta), y sucesivamente, como si estuvieras haciendo una lasagna (Tip: también puedes hacer una lasagna de berenjenas intercalando la pasta y un poco de carne molida sazonada, será deliciosa). Como están calientes las berenjenas y la salsa, se derretirá al queso.

Si tienes tiempo y oportunidad, puedes asegurarte que la última capa sea de queso para que metas tu refractario al hornito eléctrico a dorarlas.

Ojalá que con esta receta te comiencen a gustar las berenjenas. Experimenta con los condimentos en la salsa para darle diferentes sabores. Hay mil maneras de prepararlas, aquí algunas otras ideas: http://ricette.giallozafferano.it/Melanzane-ripiene.html

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Muffins/Panqué de plátano

Honestamente nunca había hecho un panqué o muffins  en el horno eléctrico. Tenía ya varios días viendo como los plátanos se endulzaban, con muchas ganas de hacer un postre.

Me decidí y tome los tres plátanos, los aplasté con un tenedor y agregué miel. Después puse un poco de mantequilla en la sartén para calentarla, hasta que hirvió un poco y se puso café. Se la agregué a los plátanos.

Tomé un poco de harina integral y se la fui agregando a la mezcla hasta que tomó la consistencia que deseaba y agregué un huevo.

Busqué un refractario del tamaño del hornito. Encontré uno anti adherente, lo que fue perfecto porque ya no tenía más mantequilla. Vertí la mezcla, agregué canela y almendras en la parte superior y listo. El hornito eléctrico da hasta 220, lo pre calenté 5 minutos y listo. 20 minutos después y teníamos un rico panqué de plátano.

Me encanta la albahaca.

Pasaba por la sección de verduras y la percibí. Ahí estaba, una deliciosa y perfumada albahaca. Aún no sabía qué quería cocinar con ella, aunque sí quería prepararla, con algo que combinara con una jugosa carne a la tampiqueña que tenía en mente preparar.

Sin saber realmente qué haría para comer, decidí comenzar con la albahaca. Puse a hervir un poco de agua para sumergir la albahaca para que esta tomara un sabor más sutil. Luego de enfriarla la puse en la licuadora con ajo y un poco de cebolla. Agregué azúcar, sal, mantequilla y aceite de oliva. Estuve a punto de colarla para hacer un poco de aceite de albahaca para una ensalada, pero aún indecisa la dejé reposar un poco.

Saqué las tampiqueñas. Como no me gusta la textura de la carne cocida al sartén y no tengo horno de gas en casa, decidí hacerlas a la plancha con un poquititito de aceite de oliva. Listas y selladas, las coloqué en un recipiente para servirlas con las guarniciones tradicionales mexicanas.

Después de unos segundos decidí colocar la pasta de albahaca en el sartén donde hice las tampiqueñas y lo dejé calentar para que tomara un poco del sabor del jugo que soltó la carne. Lo dejé reposar por unos minutos y posteriormente agregé las tampiqueñas para que no se cocieran de más. Terminé acompañando las tampiqueñas con una ensalada de lechugas mixtas. Quedaron deliciosas!

Pienso utlizar esta pasta en sustitución de el puré de tomate para hacer unas pizas con prosciuto, calamar, mozzarela de bufalo y jitomates frescos- a ver qué tal me sale la pizza margherita reloaded. Quizá para que no se vea tan desagradable el verde, agregue un poquito de tomate y elimine la mantequilla. Ya les contaré qué tal quedó. Si se apuntan, los invito a probar qué tal sale.

Uy y agregando un poco de crema en la pasta junto con unos camarones...

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